jueves, 2 de junio de 2016

¡Postre fascinante!


Las medidas que os indico son las que utilicé para este molde de un litro de capacidad, aproximadamente.

Para la capa superior de gelatina de fresa:
- 1 sobre de gelatina de fresa en polvo
- Agua, en la cantidad que marque el fabricante.

Para la capa de mousse de nubes:
- 250 gr. de nubes de gominola
- 450 ml. de nata para montar (con un mínimo de 35% de materia grasa, si tiene más mejor montará)
- El zumo de una naranja
- 60 ml. de leche
- 2 hojas de gelatina

Para decorar (opcional)
- Fresas
- Nubes de gominola


En primer lugar, tenemos que preparar la capa superior de la tarta. Es de gelatina de fresa en polvo que, aunque podéis probar con otro sabor de gelatina, es el que mejor combina con las nubes tanto en sabor como en color.
Prepararemos la gelatina de fresa siguiendo las instrucciones del fabricante que aparecen en alguno de los laterales del envase.
Cuando lo tengamos listo, llenaremos el fondo del molde que vayamos a utilizar con la gelatina. Dependiendo del molde que sea tendréis que poner más o menos.  Calculad un grosor de un centímetro y medio, aproximadamente. Si os sobra gelatina, podéis ponerla en vasitos para comerlos en otro momento.
Llevaremos la gelatina a la nevera para que vaya solidificando.

Continuaremos con la capa más gruesa, la de mousse de nubes.  Pondremos las hojas de gelatina a hidratarse dentro de un vaso de agua fría. Por otro lado, calentaremos la leche en un cazo, a fuego medio, e iremos incorporando las nubes poco a poco. Éstas, con el calor y la leche caliente, empezarán a deshacerse. Es importante que no dejemos de remover para que no se nos peguen al fondo.


Al resultado de fundir las nubes le incorporaremos las dos hojas de gelatina, previamente escurridas. Y removeremos para que la gelatina se disuelva en la mezcla.
Después le añadiremos el zumo de naranja y mezclaremos.

Dejaremos atemperar esta mezcla y, mientras tanto, montaremos la nata (que debe estar bien fría).

Cuando la nata esté montada y las nubes fundidas estén templadas, lo mezclaremos realizando movimientos envolventes, lentos, para no introducir aire que nos deje burbujas en el interior de la mousse.

Verteremos la mezcla de la mousse de nubes sobre la capa de gelatina, poco a poco, por si aún estuviese blandita la primera capa.
La taparemos con papel film y la pondremos en la nevera durante un mínimo de 6 horas. Lo ideal es prepararla el día anterior al que vaya a ser consumida.

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Si lo que buscáis es una tarta súper fácil, echadle un ojo a la Tarta Huesitos y a la Tarta Banoffe.
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